CAP. 1
-Vamos Tomlinson- le dije deseosa mordiéndome el labio
inferior, -te deseo en mi cama.
-¿Quieres hacerlo en tu propia fiesta nena?- él sonrío
pillamente.
Volví a morderme el labio inferior y le cogí de la mano.
Subimos corriendo las escaleras mientras reíamos, causa de todo el alcohol que
habíamos tomado.
Entramos a mi habitación y puse el cerrojo. Lo empujé hacia
la cama. Puse mi cuerpo encima de él, todavía riendo.
-Está es la quinta vez esta semana nena- me dijo sonriendo.
-Quiero llegar a la sexta.
Le besé con furia los labios mientras recorría con mis manos
todo su cuerpo. Le agarré la camisa con fuerza y se la quité, después él me
beso de nuevo, me desabrochó el ajustado vestido que llevaba esa noche y con
sus manos él también recorría todo mi cuerpo. Le quité el cinturón y luego los
pantalones. Él se puso encima de mí y con su legua recorrió mi cuerpo, de
arriba abajo. Me desabrochó el sujetador y sonrió a lo que vio.
Yo me deslicé
las braguitas para quitármelas y después hice lo mismo con sus bóxers.
-Hazme gritar tu nombre esta noche – le exigí.
Yo gritaba mientras reía, lo mismo que él, nos lo estábamos
pasando genial. A mí se me escapaban gemidos de placer mientras gritaba su
nombre.
Al terminar me tape hasta encima del pecho con la sábana, lo
mismo que él.
-Has logrado el objetivo, me has hecho gritar tu nombre
Louis- volví a morderme el labio inferior.
-Siempre consigo lo que quiero, y más de mi mejor amiga.
Miré fijamente a sus claros ojos y a su pelo alborotado.
-Louis, hoy estás más guapo que nunca.
-No digas bobadas, es el alcohol.
Los dos reímos. Me acerqué a él y volví a notar sus labios
contra los míos, sus labios suaves, pero carnosos, ahora rojos, por todos esos
besos que le robé esa noche.
Él puso su brazo en mi cintura y después de acariciarme el
pelo, me dio un beso en la frente.
-Eres increíble- me dijo.
-Eres el mejor amigo del mundo- le sonreí justo antes de
dormirme.
-Te quiero Emma.
-Y yo a ti- le contesté, apoyando mi cabeza sobre su pecho
mientras recorría su abdomen en círculos.
Pronto me dormí.
Me desperté por la mañana y me encontré que alguien estaba a
mi lado, Louis. Sonreí al ver sus claros ojos.
-Buenos días- dijo dándome un beso en la frente- ¿has
dormido bien?
-Perfectamente, supongo que con esa sonrisa tú también has
dormido fenomenal- me mordí el labio inferior de nuevo, sabiendo que eso le
ponía mucho.
-Si sigues mordiéndote el labio así tendré que atacarte.
-Ataca tigre- le dije seductora.
Él levantó su cuerpo y fue a besarme, todavía estábamos
desnudos de la noche anterior. Sentí como sus manos llegaban a tocar todas las
partes de mi cuerpo.
-Nena, se me han acabado los preservativos- dijo alejándome
de él.
Me levanté sonriendo y abrí el cajón de la mesilla.
-Amor, siempre tengo de sobra- dije volviendo a la cama.
Observé como se lo colocaba y me puse encima de él, entonces
oí que la puerta se abrió. Me tape corriendo pero fue muy tarde, mi madre lo
había visto, había visto a su hija desnuda, haciéndolo por sexta vez esa semana
con su mejor amigo.
-¡No he visto nada!- salió corriendo.
-Mierda, mierda, mierda- murmuré.
-No pasa nada nena.
-Ahora va a pensar que estamos juntos, y no es así.
-Ya, pero ella seguro que notó que estábamos demasiado
unidos como para ser solo una amistad.
-Es una amistad Louis.
-Sí, pero con beneficios- sonrió, lo cual causó que yo
también lo hiciese.
-Deberíamos levantarnos- le dije.
-Me has dejado con un bulto nena, ¿cómo lo escondo?
-Cerdo, espera un rato, se te pasará- dije riendo.
-¿Quieres dejarme con las ganas?
-Louis, ahora no- le dije seriamente. Quería hacerlo
apasionadamente, pero mi madre… ¿Qué pensaría ella?
-Está bien amor- dijo con ojitos de perrito triste.
-Louis, no.
-Vale, vale.
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